La escena nos muestra una de tantas veces en
las que el protagonista ha compartido su
cosecha con vecinos, amigos o simplemente
aquellos que lo necesitaban más que el.
Sus manos representan en este cuadro la
fuerza y el poder del humanismo en el mundo
agrario. Hombres como Manuel, siempre
fueron un pilar fundamental para sostener a
la familia en momentos duros.